la ciudad vieja

Primera parte de la ruta

Ibiza o Eivissa, en ibicenco, es como se conoce a la capital de Ibiza. La ciudad de Ibiza ocupa un área de once kilómetros cuadrados y su costa se divide en tres playas, Talamanca, Figueretas y Playa d’en Bossa. El puerto de Ibiza, situado en una bahía natural es el principal acceso a la ciudad ibicenca desde el mar y también la principal conexión con Mallorca, la Península y, por supuesto, la vecina Formentera. Fue allí donde los primeros conquistadores dejaron su huella.

El reformado Paseo Marítimo de Ibiza da paso a la ciudad amurallada como pieza central ‘Dalt Vila’, nombrada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1999. 

Portal de ses Taules

Descubre qué visitar en Ibiza

Aunque Ibiza es el municipio más pequeño de la isla cuenta con gran variedad de cosas que hacer y visitar. Desde Visit Ibiza pretendemos ayudaros a experimentar Ibiza antes incluso de salir de casa, a través de la pantalla. Por ello os compartimos esta ruta la cual se puede hacer en cualquier sentido, simplemente tened en cuenta las horas del día por si queréis acabar vuestra visita en lo más alto y al anochecer, una experiencia en sí misma.

Comenzamos por Dalt Vila, Patrimonio de la Humanidad

Comenzamos nuestra ruta en Dalt Vila, por la importancia del lugar, por su historia, cultura y belleza. La ciudad amurallada alberga museos, restaurantes, tiendas, pero sobre todo historia. Pasear por Dalt Vila es un viaje en el tiempo. Se ha convertido, en los últimos años, en el lugar idóneo para albergar dos de los eventos anuales más importantes que tienen lugar en Ibiza. 

El primero que transcurre durante el segundo fin de semana de mayo por toda Dalt Vila y que está considerado, por los ibicencos, como el pistoletazo de salida para la temporada de verano es el Mercado Medieval.

Y el segundo,  normalmente en septiembre, el más que consolidado Festival de música Jazz que tiene lugar en el Baluarte de Santa Lucía, con la Catedral de Santa María que observa y asiste como invitada especial al acto desde lo más alto de la colina y con el puerto a sus pies.

Dalt Vila es el lugar perfecto para conocer más sobre la historia de Ibiza, callejear por  sus estrechas calles te lleva a disfrutar la arquitectura, el arte y las tradiciones locales y además, a degustar la gastronomía ibicenca e internacional.

Tenemos tres puertas de acceso a la ciudad amurallada y tres rutas para explorar su interior. La primera ruta la realizamos accediendo a Dalt Vila por la entrada principal, el Portal de ses Taules, situado frente al Mercado Viejo, y a través del Patio de Armas, donde solía celebrarse el primer mercadillo hippy de la isla, se accede a la plaza de la Vila. 

El mercado viejo

Fue construido en 1872 por Jaume Riera frente al Portal de Ses Taules, una de las entradas a la muralla y está inspirado en un templo griego. Su emplazamiento corresponde con el lugar en el que siglos atrás los locales solían vender sus productos. Aunque todo esa área ha sufrido una gran transformación, el mercado sigue cumpliendo el mismo propósito que antaño. Tanto si buscas comida ecológica, olivas flores o simplemente quieres disfrutar de un café en una de las terrazas de alrededor, el ‘Mercat Vell’ es un sitio ideal para disfrutar de los productos Ibicencos.

Continuamos la subida por la Plaça dels Desamparats que nos lleva hasta el Baluarte de Santa Lucía a través de restaurantes y la pequeña Plaça dels Desamparats donde encontramos la estatua de Isidor Macabich, poeta ibicenco, figura relevante de la vida social de Ibiza, nacido el 10 de septiembre de 1883 y que falleció en 1973, hijo de una familia acomodada, y autor de obras como “Historia de Ibiza”, “Es feudalisme a Eivissa”, “Santa María la Mayor. Los cronistas”.

Desde 1903 colaboró en los Archivos de Ibiza y ayudó a la reaparición de Diario de Ibiza. Participó en el primer congreso de historia de la Corona de Aragón.

Baluarte de Santa Lucía

Fue construido en 1872 por Jaume Riera frente al Portal de Ses Taules, una de las Llegamos al Baluarte de Santa Lucía, con el barrio de Sa Penya y la Marina a sus pies y Botafoc en el horizonte. Este Baluarte no sólo alberga varios de los eventos de la actualidad Ibicenca si no que también es sede del antiguo polvorín, construido en el siglo XVIII. En 1730 tuvo lugar un trágico suceso, 370 quintales de pólvora detonaron tras el impacto de un rayo, causando la muerte de 15 personas y destrozos en viviendas, iglesias y conventos. Desde entonces, la fecha se recuerda como “el año del trueno”.

La Marina y Sa Penya

Construidas durante la edad media por los pescadores y enclaustrada entre las murallas y el puerto, la Marina es un laberinto de calles estrechas de casas blancas que forma parte del centro histórico, donde se encuentran diversos monumentos y museos. En verano la Marina se llena de tiendas de moda, de artesanía, de bares, restaurantes, galerías de arte y pequeños hoteles que la convierten en el lugar indicado para disfrutar de un agradable paseo.

Las empinadas calles de Sa Penya ocultan rincones secretos llenos de encanto. Una de las calles más conocidas, la de la Mare de Déu (calle de la Virgen) es también de las más transitadas y está llena de bares de ambiente gay. La atmósfera es genial en verano.

Continuamos hacia la Parroquia de San Pedro y la Iglesia de Santo Domingo

El Ayuntamiento de la ciudad y el Archivo Histórico de Imagen y Sonido. Cogemos un atajo para llegar a la Catedral, a través del Carrer de Santa María y el Carrer Major. Y al fin llegamos a la Plaça de la Catedral.

Portal Nou

La otra ruta la iniciamos desde el Portal Nou, junto al Parque Reina Sofía, este acceso lateral a la ciudad nos lleva a descubrir el Baluarte de San Pere, donde encontramos el centro de interpretación sobre la construcción de las murallas y, en verano, se transforma en el cine a la fresca de Cinema Paradiso. La Plaza del Sol y sus restaurantes son la antesala de la Ronda d’Antoni Costa Ramón que nos lleva al Museo de Arte Contemporáneo (MACE) y a la Plaça de la Vila. El tercer acceso a la ciudad se encuentra a escasos metros del MACE y el Passatge de Simó Pouet.

Si escogemos la ruta posterior de la muralla, desde el Portal Nou, accedemos a la empinada cuesta del Carrer del Calvari que da acceso a los Baluartes de Sant Jaume, que también alberga en la casamata un centro de interpretación sobre las armas que se utilizaban para defender la fortaleza. El Baluarte de Sant Jordi y Sant Bernat.

Una gran forma de descubrir Dalt Vila son las Visitas Teatralizadas, un viaje en el tiempo que permiten al espectador hacerse una idea de cómo era la vida y la sociedad en Ibiza en ésa época y en esa parte del mediterráneo.

Os compartimos la ruta favorita de Visit Ibiza, la cual iniciamos en sentido contrario, descendiendo desde la Catedral hasta llegar a la Plaça del Parc.

La catedral de Santa Maria

Nuestra primera parada, situada en la cima, al lado del Castillo (pronto un parador). En un principio se aprovechó un edificio anterior, posiblemente una mezquita, adaptándola al culto cristiano, aunque no existen datos que prueben esto último, a pesar de las numerosas investigaciones que se han llevado a cabo. Los datos que se conocen indican que el edificio actual y que incluye el campanario trapezoide y el ábside poligonal con sus cinco capillas, fue añadido al lado este de ese edificio preexistente. De estilo gótico clásico, fue construida en el siglo XVI. Los expertos la consideran una de las más relevantes de su categoría. En su interior se guardan numerosos obras de arte, entre las cuales destaca una custodia de plata dorada de 1399 realizada por Francesc Martí, dos paneles góticos de Santa Tecla y San Antonio pintados por Francesc Comes en el siglo XIV y otros dos del siglo XV del Maestro Valentí Montoliu que representan a San Jaime y San Mateo. 

Museo Diocesano

La catedral cuenta con el museo diocesano,  el cual fue fundado en 1965. Allí se exhiben pinturas, esculturas, adornos y objetos litúrgicos relacionados con la historia de las pitiusas. También se puede apreciar una gran colección de joyería ibicenca tradicional.

Baluartes de Santa Tecla y Sant Bernat

El primero, situado en la cara Este de la catedral, permaneció cerrado al público durante años hasta abrir sus puertas en 2015. Tal vez sea uno de los menos transitados por encontrarse algo escondido tras los muros de la catedral, sin embargo es uno de los puntos más elevados del recinto amurallado y su localización permite acceder a una de las vistas más increíbles de la ciudad y del acceso a la isla por vía marítima. 

El Baluarte de Sant Bernat, situado a las espaldas de la catedral y a los pies del Castillo, ofrece una vista panorámica impresionante del sur de la isla.

Madina Yabisa – La Cúria

A escasos metros de la entrada principal de la catedral encontramos Madina Yabisa – La Cúria es un centro de interpretación, que incorpora tecnología audiovisual para guiar al visitante a través de la historia de la ciudad, en especial de Madina Yabisa o Ibiza durante la dominación musulmana. 

Museo Puget

Continuando nuestro descenso (o subida, según la dirección que hayas escogido) nos encontramos con el Museo Puget, uno de los palacios más bellos de ‘Dalt Vila’, en el que descubrirás la colección pictórica de Puget, donada al estado por su hijo. Padre e hijo se consideran dos de los mejores artistas que ha tenido la historia ibicenca. Además, la visita a la casa es una gran experiencia en sí misma.

Casa Colón

La casa, del siglo XIV, pertenecía a la familia Colom, una importante familia de la Edad Media. Dice la leyenda que Colón era Ibicenco, para los incrédulos, la Casa Colón muestra documentos que avalan dicha tesis impulsada por el historiador y periodista local Nito Verdera.

Capilla de Sant Ciriac

Situada al lado de Casa Colón encontramos esta pequeña capilla, más conocida como el “Campo de Traición”. La historia contada generación tras generación es que esta pequeña capilla , en la cual se aprecia un agujero, fue por donde entró el ejército de Guillem de Montgrí conquistando así Ibiza y gracias al ansia de venganza del hermano del jeque que gobernaba la ciudadela.

Callejear

A partir de este punto nos gusta perdernos entre las callejuelas de Dalt Vila. Una opción es continuar por la calle principal el Carrer de Joan Roman, carrer de Pere Tur hasta el Ayuntamiento, la Plaça d’Espanya y el Baluarte de San Lucía. O, podemos perdernos entre las callejuelas desde Carrer de la Conquista y hasta la Palça del Sol. Sea cual sea la ruta escogida, una visita obligada es el Museo de Arte Contemporáneo, el MACE. El museo de arte contemporáneo (MACE) está localizado en un antiguo polvorín. Fue reformado y ampliado recientemente siguiendo las tendencias más vanguardistas para acomodar una gran colección de obras de arte de artistas locales como de otros de alrededor del mundo que de alguna manera se relacionan con la isla.